Reproducimos, por su interés, un artículo firmado por Natalia Sanguino y publicado en el portal de verificación AFP Factual, en el que se explica que los estudios realizados hasta 2023 sobre la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil o 5G no han demostrado que perjudique la salud de los seres vivos en las intensidades en las que se utiliza, y en el que ha participado aportando su opinión el director científico del CCARS, Alberto Nájera.

Los estudios realizados hasta 2023 sobre la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil o 5G no han demostrado que perjudique la salud de los seres vivos en las intensidades en las que se utiliza. Aun así, hay publicaciones contra esta tecnología en redes sociales, como la foto de una antena y un texto que la define como “ametralladora de microondas con un poder de daño a los seres vivos”. El mensaje fue compartido más de un millar de veces desde el 5 de mayo de 2023. Los expertos insisten: la exposición a estas ondas está por debajo del límite en que se consideran peligrosas.

“La mayoría cree que se trata tan solo de una antena… Esto es una ametralladora de microondas con un poder de daño a los seres vivos inimaginado”, dice la leyenda sobre la fotografía de un receptor como los que pueden ser utilizados para la tecnología 5G, que ha sido compartida en Facebook e Instagram.

La tecnología 5G es considerada el futuro de la telefonía móvil, ya que se supone que ofrecerá una banda ancha mucho mayor para liderar la transición digital de las economías, desde los vehículos autónomos a la inteligencia artificial. Las redes 5G son promocionadas como un salto exponencial en la cantidad y velocidad de los datos inalámbricos, lo que permitirá el futuro desarrollo de industrias, la realidad virtual y la atención de salud en línea, entre otras.

La 5G aumentará la velocidad de conexión móvil, reducirá al mínimo el tiempo de respuesta de la web y permitirá aumentar el número de dispositivos conectados.

El físico y doctor en neurociencia español Alberto Nájera, vocal del Comité Científico Asesor de Radiofrecuencias y Salud (CCARS) español, dijo el 16 de mayo de 2023 a AFP Factual que la definición de las antenas de la tecnología 5G como “ametralladora de microondas”“carece de fundamento”, porque “obvia conceptos básicos de esta tecnología que no la hacen muy diferente de lo que ya teníamos con la 4G”.

Nájera recordó que la 5G utilizará tres frecuencias, como ya explicó para esta verificación de AFP Factual en 2020 sobre dicha tecnología: la frecuencia de 700 megahercios (MHz), “que se utilizaba desde hace años en la TDT”; 3,5 gigahercios (GHz), “que está entre frecuencias que ya se estaban utilizando en la 4G”, destinada a servicios móviles, de banda ancha fija, telefonía fija y servicios limitado privado; y la última, de 26 GHz “que en muchos países no se ha empezado a desplegar ni se espera a corto plazo”. Esta “es la más diferente y no se sabe cuándo estará disponible”.

La profesora de la Universidad de Málaga Mari Carmen Aguayo-Torres, experta en arquitectura de redes móviles, coincidió con Nájera, en declaraciones a AFP Factual el 25 de mayo de 2023: “5G no es muy distinta de 4G tecnológicamente hablando”, así que “si 5G va a tener efectos en los seres vivos, ya deberíamos haberlos notado con las tecnologías anteriores, que son básicamente iguales”.

Con ocasión de la nueva consulta de AFP Factual, Nájera subrayó que hay “nuevos estudios” sobre el posible impacto en la salud de la 5G. “Una de las cuestiones más importantes es comprobar que, tras el despliegue de esta nueva tecnología, la exposición [a la radiofrecuencia] no se incrementa o supera los valores de referencia de seguridad”, señaló Nájera, y añadió: “En condiciones normales, a los niveles de exposición habituales, no existe evidencia de que estas radiaciones usadas en telecomunicaciones, ya no 5G sino las anteriores generaciones, tengan efectos sobre la salud humana.”

El físico destacó dos de los estudios recientes sobre el impacto en la salud de la tecnología. Uno, de 2022, evaluó la exposición en humanos debida a las antenas de la 5G y determinó que “todos los valores estuvieron siempre por debajo de los límites recomendados”. El segundo, fechado en 2021, revisó 31 estudios sobre “posibles efectos sobre la salud de campos de radiofrecuencia superiores a 6 GHz” y “no encontró evidencia de que los campos de radiofrecuencia de estas frecuencias tuvieran efectos sobre la salud, incluido el cáncer o efectos sobre la reproducción y otras enfermedades”, en palabras de Nájera.

Sin evidencia suficiente sobre efectos en seres vivos

Nájera remitió a un informe del profesor de la Universidad de Gante Arno Thielens, realizado para el Parlamento Europeo, y concluyó: “La evidencia que hay es insuficiente”, ya que “no hay resultados concluyentes, además las condiciones de experimentación, de exposición, son diferentes y hay mucha variabilidad metodológica”.

El documento de Thielens revisa la literatura científica existente “sobre los efectos de la exposición a campos electromagnéticos de radiofrecuencia en organismos no humanos, incluyendo vertebrados, invertebrados, plantas y hongos, en anticipación a la quinta generación de redes de telecomunicaciones”. Los resultados de los estudios, en todos los casos, son mixtos, ya que algunos encuentran efectos en los seres vivos y otros no hallan consecuencias significativas en la exposición.

El profesor Thielens explicó a AFP Factual el 26 de mayo de 2023 que es “demasiado pronto” para saber si hay algún daño en el medioambiente, al tratarse de una tecnología “relativamente nueva”. Sí hay evidencia de calentamiento por radiación electromagnética, “por encima de ciertos umbrales de exposición”, y afirmó que las antenas desplegadas pueden alcanzar “tales intensidades cerca” de cara al medioambiente.

“En cuanto a los demás efectos” para la salud de los seres vivos, no hay acuerdo en los estudios realizados hasta el momento, ya que algunos artículos científicos “encuentran efectos”, otros “no pueden reproducirlos y muchos tienen deficiencias metodológicas”, comentó.

Sin embargo, Thielens insistió en que, “por el momento”, “ni siquiera es posible cuantificar adecuadamente la exposición ambiental causada por las estaciones base” de las tecnologías 5G “y mucho menos analizar los posibles efectos ambientales o para la salud”. Para la vida silvestre, en general, “podría tener un impacto negativo” la “coexposición con otros factores estresantes”, según el experto.

La clave es la intensidad de la exposición

“Decir que las ondas electromagnéticas son inocuas es tan falso como decir que producen cáncer, pues antes hay que especificar en qué condiciones pueden ser peligrosas”, amplió Nájera para la AFP, y matizó: “Antes de hablar de peligros, hay que hablar de intensidades, porque dependiendo de la intensidad, estas radiaciones producirán unos efectos u otros. Por eso son tan importantes los estudios que evalúan la exposición personal” como los antes reseñados.

El catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) José Antonio Portilla Figueras, del departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones, expuso el 29 de mayo de 2023 a AFP Factual la diferencia entre la radiación “ionizante” y la “no ionizante” en las que se divide, principalmente, el espectro electromagnético.

La primera, aplicada en máquinas de rayos X o en las de bronceado artificial, “transporta suficiente energía para potencialmente provocar la ruptura de los enlaces de las células y afectar al ADN genético, resultando, por lo tanto, peligrosa”. La segunda radiación, “como la de las ondas electromagnéticas de las telecomunicaciones móviles, no tiene energía suficiente como para romper los enlaces celulares”.

“Si confirmo que la exposición a la que está sometida la población está por debajo de los valores a los cuales estas radiaciones son peligrosas, podré estar tranquilo”, subrayó el físico Nájera, y añadió: “Si pensamos en la radiación de móviles que trabajan a intensidades extremadamente bajas, pensar en posibles efectos es completamente inadecuado. ¿Podrían ser peligrosas? Sí, si incremento la intensidad a valores elevados”.

“Toda radiación electromagnética tiene, a ciertas potencias, posibilidad de hacer daño”, recordó, por su parte, la profesora Aguayo, quien puso como ejemplo de estas radiaciones la luz del sol: “Si nos ponemos a pleno sol durante horas sin protección, nos quemamos”. Pero, según Aguayo, “la potencia que se transmite en 5G (y en todas las tecnologías de comunicaciones móviles) está muy controlada”.

“Para los móviles, para los equipos que tenemos en la mano, que están muy cerca de nuestro cuerpo, los límites legales son muy claros”, detalló la ingeniera, que subrayó: “Cualquier novedad trae polémicas y miedos”.

Los límites de esas radiofrecuencias los establecen organismos como la Comisión Internacional para Protección de Radiaciones No Ionizantes (ICNIRP, por sus siglas en inglés). Sobre las de los teléfonos móviles, dijo Nájera en 2020, “estamos entre 10.000 y 100.000 veces por debajo del límite de seguridad” por lo que “tenemos un colchón amplio”.

Portilla Figueras, por su parte, subrayó que en España hay revisiones “periódicas de los estudios científicos” por parte del CCARS, y que “hasta el día de hoy (...) no hay evidencias científicas que indiquen ninguna potencial afección de los sistemas de comunicaciones móviles en la salud”.

El experto, a la sazón vocal del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones, destacó también que todos los años hay “una campaña de medición sobre las nuevas instalaciones radioeléctricas” llevada a cabo por organismos estatales. En el último informe disponible, de 2022, “los valores máximos medidos están muy por debajo del nivel de referencia más restrictivo”.

“Tanto los organismos internacionales y la regulación nacional, que establecen los límites de referencia, los procedimientos de medición que los garantizan, así como los estudios científicos y los organismos independientes, subrayan que, según toda la información disponible actualmente, los temores y alarmas no están científicamente fundados”, señaló Portilla.

En los últimos años han circulado varias teorías sobre la tecnología 5G y su supuesta relación con el coronavirus o con la salud humana en general, varias de las cuales ha verificado AFP Factual.

REFERENCIAS

Estudio de 2022 sobre el impacto de las antenas de 5G en la salud

Estudio de 2021 sobre sobre efectos en la salud de campos de radiofrecuencia

Informe enviado al Parlamento Europeo sobre impactos medioambientales de 5G en seres vivos no humanos

Informe sobre exposición a emisiones radioeléctricas en España 2022