El profesor Alberto Nájera, director científico del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS), intervino en la jornada Futuro Conectado de España: Innovación, Regulación y Salud, organizada por Digitales y el Colegio Oficial de Ingenieros de telecomunicaciones (COIT) y celebrada el pasado 25 de Noviembre en el Salón de Actos de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, donde ofreció una actualización rigurosa sobre la evidencia científica disponible en torno a las antenas de telecomunicaciones y la salud.

Nájera recordó el papel del CCARS como órgano independiente que analiza de forma continua la literatura internacional sobre campos electromagnéticos, y posteriormente expuso los principales resultados de los informes publicados recientemente, elaborados con metodología transparente y estándares internacionales de evaluación científica. Estos trabajos confirman que, a los niveles habituales de exposición, no existe relación entre las antenas y efectos adversos para la salud.

Pese a la solidez del conocimiento acumulado, persisten movimientos antiantenas que difunden mensajes alarmistas sin base científica. En este sentido, Nájera subrayó cómo estos discursos utilizan estudios aislados o mal interpretados, generando preocupación social injustificada que no se corresponde con la evidencia disponible.

Durante su intervención, explicó el proceso de producción de conocimiento científico: la revisión por pares, los criterios de calidad metodológica y el papel central del peer review en la publicación de resultados fiables; y presentó la pirámide de fortaleza científica que distingue entre estudios preliminares y las formas más robustas de evidencia, como son los metaanálisis y las revisiones sistemáticas.

Nájera destacó el trabajo excepcional de la Organización Mundial de la Salud, que ha coordinado 11 revisiones sistemáticas con protocolos públicos, criterios transparentes y equipos internacionales de expertos. En total, estas revisiones han implicado a 89 científicos y más de 103.000 artículos evaluados, de los cuales 634 estudios finalmente incluidos.


Este volumen de análisis representa, a día de hoy, el mayor ejercicio de rigor sobre radiofrecuencias jamás realizado.

A partir de estas revisiones pueden extraerse como conclusiones claras:

  • Cáncer (estudios en humanos): no se observa aumento del riesgo por uso de móviles, exposición ambiental ni ocupacional.
  • EHS: los estudios experimentales muestran que las personas con EHS no detectan campos mejor que el azar; demostrando que las asociaciones observacionales son débiles e inconsistentes.
  • Reproducción femenina: no existe relación fiable con infertilidad, parto prematuro ni bajo peso; la evidencia sobre aborto espontáneo es inconsistente.
  • Reproducción masculina: ligeros cambios in vitro sin daños en ADN; no se observan efectos clínicamente relevantes.
  • Cognición: en estudios experimentales no se encuentran alteraciones reproducibles en memoria, atención o tiempos de reacción.
  • Estrés oxidativo: no hay evidencia de que la exposición a CEM-RF incremente el estrés oxidativo celular.

El profesor Nájera cerró su intervención con un mensaje de tranquilidad, dejando claro que la mejor evidencia científica disponible, evaluada con el máximo rigor metodológico, no muestra efectos adversos para la salud derivados de la exposición habitual a las antenas de telecomunicaciones. En este sentido, subrayó que España y Europa cuentan con límites de exposición muy por debajo de los niveles en los que se han observado efectos térmicos y que el análisis conjunto de CCARS, OMS y organismos internacionales converge en la misma conclusión: las redes de comunicaciones son seguras dentro de los límites establecidos.