No, no hay ninguna evidencia de que las ondas WiFi sean nocivas para la salud
Hoy en día hay redes WiFi por todas partes. Desde nuestras casas hasta el autobús. ¿Hay algún mecanismo biológico que pudiera implicar que estas redes son un peligro para nuestra salud? La respuesta corta es no. Tras décadas de estudios no conocemos ningún mecanismo biológico por el que estas redes pudieran afectar a nuestra salud. El único efecto biológico que tienen estas radiaciones electromagnéticas es un calentamiento de los tejidos. Sin embargo, en el caso de la WiFi, este calentamiento no es significativo a los niveles de exposición habituales. En las últimas décadas se ha explorado si podría existir algún otro mecanismo y no se ha encontrado ninguno que produjera efectos observables. Las WiFis trabajan a entre 10.000 y 100.000 veces por debajo de los niveles en los que esos efectos térmicos serían apreciables.