El 5G, la quinta generación de tecnologías de la telefonía móvil, sustituirá al 4G en algún momento. De momento está en fase experimental pero en algunos sectores ya empieza a generar recelos y achacarle males como Alzheimer, cáncer, diabetes... Ya os explicamos en este texto que no existen evidencias de que los móviles ni el wifi produzcan cáncer ni otras enfermedades, pero hemos hablado con Alberto Nájera, físico y profesor de Radiología y Medicina Física en la Facultad de Medicina de la Universidad de Castilla–La Mancha, para que nos ayude a explicar por qué no hay de qué preocuparse.
"No hay ninguna evidencia" de que produzca las enfermedades y efectos adversos en la salud que los 'anti-5G' dicen que producirá "ni con el 4G, ni con el 3G".
El 5G utilizará frecuencias que ya se están utilizando en el 4G más una banda superior de una frecuencia todavía no definida. "El 5G dirigirá muchísimo mejor la radiación de punto a punto. En vez de inundarlo todo con radiación como hace la radio, el móvil, cuando necesite cobertura, buscará el mejor camino para dirigir el haz", explica Nájera.
Con la tecnología actual se emite más potencia pero con el 5G se concentrará la energía. Como resultado, los móviles emitirán menos radiación. En el caso de las antenas, se pasará de antenas que "inundan todo de radiación" a múltiples microantenas que "lanzarán un haz para cada dispositivo" con lo que la intensidad de la radiación se reducirá y las comunicaciones serán más rápidas al subir la frecuencia. Al haber más antenas, estarán más cerca y la emisión de radiación será más baja.
Mientras los niveles de radiación del wifi y 4G están el 0,025 % del nivel máximo permitido, en las pruebas pilotos el 5G está dando 0,012 %, la mitad que la tecnología actual.
En resumen, no hay evidencia de que la radiación electromagnética en la intensidad que utilizará el 5G tenga efectos adversos para salud y de hecho supondrá un nivel de radiación menor que la tecnología actual.
* Artículo publicado por Maldita Ciencia