Reproducimos, por su interés, un artículo de la plataforma de verificación Factual de France Press, que rebate un mensaje en el que se presenta una serie de afirmaciones sobre los beneficios de usar una pulsera de cobre, y que “lo que llaman coronavirus” es producido por la radiación y no es un virus, que ha sido compartido miles de veces en redes sociales desde el pasado 4 de mayo. AFP Factual consultó con expertos que negaron ambas afirmaciones, entre ellos el vocal del CCARS Alberto Nájera.

“Una pulsera de cobre ayuda que la radiación no llegue al cuerpo”, “El coronavirus no es un virus sino radiación”,La pandemia no existe”,Respiramos radiación que acelera alguna enfermedad que esté apareciendo”: estas son algunas de las afirmaciones que contiene el mensaje compartido al menos 10.000 veces en Facebook (1, 2, 3) y que, en su mayoría, dicen estar basadas en declaraciones de un supuesto “ingeniero eléctrico” del que no se tiene el nombre. El mensaje también circuló en inglés.

AFP Factual analizó en detalle algunas de las afirmaciones incluidas en el mensaje: 

Antenas y microondas

“Tratad de conseguir una pulsera de cobre, esto ayuda a que la radiación no llegue a vuestro físico; esto me lo explico un ingeniero eléctrico años atrás: el celular, y esas antenas actúan como microondas...” 

Falso

“La radiación es la propagación de energía en el espacio de un sitio a otro y se clasifica dependiendo de la frecuencia y de la energía. Puede haber radiaciones peligrosas como los rayos gamma; en cambio, radiaciones como la visible, la del Sol, que vemos con los ojos, son muy útiles. También está la utilizada en telecomunicaciones por las antenas, celulares, televisión, wifi o control remoto y otras utilizadas en medicina (rayos X, resonancia magnética, radioterapia, etc.)”, explica a AFP Factual Alberto Nájera, físico, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha y miembro del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud de España, quien agrega que la radiación emitida por los celulares o las antenas es también clasificada como de un tipo “no ionizante”.

“No ionizante quiere decir que es muy poco energética y que es incapaz de romper átomos o moléculas y por tanto de transformar o dañar algo físico. A las intensidades a las que trabajan los teléfonos móviles, wifis o antenas, no se ha demostrado hasta ahora que tengan ningún efecto sobre la salud”, afirma.

Sobre el tema de los microondas, la fórmula es distinta. Según Nájera, si bien esos aparatos usan la misma radiación que la de los celulares, su intensidad es muy superior.

“Los celulares tienen menos carga energética que el microondas y por tanto no son capaces de producir efectos biológicos. Una comparación puede ayudar a entender: el celular es como una vela en la oscuridad. Ilumina, pero con intensidad menor. El microondas en ese ejemplo es como un foco capaz de dar luz a un estadio de fútbol. Ambos emiten el mismo tipo de  radiación, pero con distinta intensidad”, afirma.

AFP Factual ya verificó varias afirmaciones según las cuales los hornos microondas producían ciertas afecciones de salud.

De acuerdo con la Comisión Internacional de Protección de Radiación no Ionizante (ICNIRP), que determina los límites de exposición para campos electromagnéticos utilizados por dispositivos como teléfonos celulares, el rango de frecuencias en telecomunicaciones está entre 100 kHz (Kilohertzios) a 300 GHz (Gigahertzios).

Respecto a la posibilidad de que una pulsera de cobre pudiera proteger de la radiación, Nájera indica que no es posible y que solo podría producirse un efecto parecido mediante la conocida jaula de Faraday.

“El efecto de la jaula de Faraday es lo que explica lo que pasa cuando hablamos por celular en un ascensor y se corta la llamada. No es que el ascensor bloquee o proteja de la radiación electromagnética que producen las ondas del celular. Faraday descubrió que si se cubre un dispositivo y se pone dentro de una jaula metálica adecuada, no entra la radiación. Pero para producir ese efecto debe haber una jaula que impida que ingresen los campos electromagnéticos. Una pulsera no puede hacer eso”, explica.

Cobre y radiación

“Si usted siente algún trastorno fuera de lo normal o alguna enfermedad que este apareciendo. Sería bueno uses el cobre, verás mejoría y te protegerá de la radiación (sic)”

Falso

Marisa Torres, epidemióloga del Departamento de Salud Pública de la Universidad Católica de Chile, afirma que, si bien el cobre es necesario en actividades dentro del cuerpo humano o puede ayudar en superficies en la eliminación de bacteria, no hay prueba de que prevenga o ayude en la mejoría de enfermedades.

“El cobre es un metal necesario para actividades enzimáticas y del sistema inmune, pero el ser humano tiene cubierto su consumo con alimentos habituales que comemos. Ya hablando de uso externo, se ha observado que algunas cubiertas de cobre podrían disminuir la proliferación de bacterias. Por ejemplo, en las manillas [picaportes, NDLR] de los hospitales se usan láminas de cobre y también en las superficies de laboratorio, pero básicamente porque disminuye [NDLR, la proliferación de] bacterias, no las elimina. Sin embargo, ninguna de estas cosas son evidencia de que el cobre sea de alguna manera terapéutico para el coronavirus”, afirma Torres.

Aunque entiende que es un pensamiento basado en creencias populares, Torres explica que podría resultar peligroso.

“Insisto en decir que el cobre en forma de brazalete no tiene ninguna incidencia en la salud de las personas. Todo esto hace parte de pensamientos mágicos que circulan y en las que se genera alguna confianza, aunque no existe ningún sustento científico. Sin embargo, esto puede resultar peligroso porque puede retrasar la consulta al médico a tiempo, y por tanto demorar el diagnóstico y tratamiento de alguna dolencia o enfermedad que sea grave”, explica. 

El coronavirus, ¿no es un virus?

“Lo que llaman CORONAVIRUS QUE NO ES VIRUS, ES RADIACION... como explica el sr en el video... -un video que muestra la instalación de antes 5G-- ¡el ingeniero años atraz me explico esto y yo no le crei! ... "usar pulsera de cobre" (sic)”. 

Falso

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el COVID-19 es una enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. “Tanto este nuevo virus como la enfermedad que provoca eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019”, afirma.

Esa organización no asocia el virus a la radiación. De hecho, tambiénniega la afirmación de que las redes o antenas 5G de telefonía móvil pueden propagar el virus.

“Los virus no se desplazan por las ondas electromagnéticas ni las redes de telefonía móvil. La COVID-19 se está propagando en numerosos países en los que no existe una red 5G”, dice la OMS. Y agrega que el nuevo coronavirus fundamentalmente se transmite “a través de gotículas minúsculas de secreciones respiratorias expulsadas cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. También es posible infectarse si se toca una superficie contaminada y posteriormente se lleva uno la mano a los ojos, la boca o la nariz.”

Un documento con información técnica del coronavirus del Ministerio de Sanidad de España, actualizado al 4 de abril, señala que la fuente primaria más probable de la enfermedad producida por el SARS-CoV-2 [el nuevo coronavirus] es de origen animal”. Y agrega:En este momento parece claro que el reservorio del virus es el murciélago, mientras que se sigue investigando acerca del animal hospedador intermediario, habiendo controversia entre el pangolín y otros”.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) también han documentado el virus.

Fabien Heliot, investigador especializado en exposición electromagnética en comunicación inalámbrica en la Universidad de Surrey, Inglaterra, explicó a la AFP que "los posibles efectos secundarios del 5G son los mismos que 4G, 3G, 2G, Wi-Fi. Todas estas tecnologías de comunicación inalámbrica utilizan la forma de onda electromagnética que irradia energía”.

Las radiaciones 5G no son tan graves como las "tecnologías de tomografía computarizada o rayos X" que se utilizan en la atención médica, afirmó.

Infografía realizada por la AFP el 28 de enero de 2020

AFP Factual ya ha verificado otras publicaciones que afirmaban que la tecnología 5G creó el nuevo coronavirus.

Radiación en el aire

“Respiramos radiación, la cual está acelerando cualquier tipo de deficiencia u enfermedad inmadura que haya en nuestro organismo (sic)”

Engañoso

El Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA) explica que la “radiación está por doquier” y que “vivir en este planeta significa estar expuesto a la radiación natural. La radiactividad no solo está presente en el cosmos y en nuestro entorno. Incluso los elementos que componen nuestro cuerpo se encuentran en la naturaleza en distintas variantes —conocidos como isótopos— algunas de las cuales son radiactivas, por ejemplo los radioisótopos del potasio, el cesio y el radio”, asegura.

La AIEA explica que la radiación ionizante –diferente de la que usan las antenas y los celulares- sí puede generar alteraciones en las moléculas de ADN.

La radiación ionizante puede penetrar profundamente objetos sólidos. Esta característica es la base para la radiología de diagnóstico y la radioterapia. Los rayos X (…) y la medicina nuclear son formas de radiación ionizante”, afirma el organismo. Sin embargo, puntualiza que, aunque este tipo de exposiciones no son peligrosas para la salud humana, “existe una pequeña probabilidad de que algunas puedan causar cáncer y por eso es importante reducir al mínimo las exposiciones médicas a la radiación ionizante injustificadas”

“Eso no quiere decir que tomarnos una prueba de rayos X o hacer una prueba de medicina nuclear nos vaya a producir cáncer. Quiere decir que estar expuestos repetidamente a este tipo de radiación -que nada tiene que ver con la de los celulares- puede tener efectos sobre la salud”, explica el físico Nájera.

Guiomar López, jefe de servicio y profesor asociado de oncología radioterápica del complejo Asistencial Universitario de Salamanca, dijo a AFP Factual que las ondas de alta frecuencia, como las 5G “no modifican la estructura atómica del oxígeno ni de ningún otro elemento, tampoco alteran la molécula de hemoglobina. No se ha observado en los seres vivos expuestos a ondas 5G ninguna alteración respiratoria ni del metabolismo energético a nivel celular. Mucho menos, las alteraciones respiratorias dramáticas propias de la neumonía por SARS-CoV-2”.

De acuerdo con un conteo de la AFP a partir de datos oficiales, el balance mundial de la pandemia hasta el 19 de mayo de 4.816.040 casos de contagio y 318.517 muertes.

En resumen, de acuerdo con expertos, no es cierto que un brazalete pueda proteger a un ser humano de la radiación o que esa emisión de energía esté provocando el COVID-19 y menos que acelere una enfermedad.

Esta verificación fue realizada en base a la información científica y oficial sobre el nuevo coronavirus disponible a la fecha de esta publicación.