La Agencia Australiana para la Seguridad Nuclear y Protección contra la Radiación (Arpansa) y la Universidad de Tecnología de Swinburne (Australia) han llevado a cabo dos estudios para evaluar si las redes 5G podrían representar un peligro, y no han encontrado evidencias de efectos nocivos para la salud. Ambos trabajos representan revisiones de materiales científicos ya existentes sobre la nueva tecnología.
En una de las revisiones, que es considerada la primera del mundo sobre este tema, los científicos examinaron 138 estudios sobre ondas de radio con frecuencia por encima de 6 GHz, también llamadas ondas milimétricas, para evaluar los efectos que producen las ondas de radio 5G.
De ellos, 107 fueron estudios experimentales sobre efectos biológicos, como la genotoxicidad (capacidad de inducir daños genéticos), la proliferación celular, la expresión génica, la señalización celular y la función de las membranas, y otros 31 fueron estudios epidemiológicos que investigaron la exposición al radar que utiliza ondas de radio similares a las de 5G.
Ken Karipidis, subdirector de Evaluación y Asesoramiento de Arpansa y uno de los autores de las revisiones, ha afirmado que "La revisión de todos los estudios no ha aportado ninguna prueba de que las ondas de radio de bajo nivel, como las que utiliza la red 5G, sean peligrosas para la salud humana",
La segunda revisión representa un metaanálisis en el marco del cual los investigadores volvieron a analizar 107 estudios experimentales sobre los efectos biológicos de las ondas milimétricas.
"Este metaanálisis de los estudios experimentales también presentó pocas pruebas de una asociación entre las ondas milimétricas y los efectos adversos para la salud", ha comentado Karipidis, que ha añadido que "los estudios que informaron sobre los efectos biológicos, por lo general, no fueron replicados de forma independiente y la mayoría de los estudios revisados emplearon métodos de baja calidad para la evaluación de la exposición y el control".