La invención del ‘día mundial sin wifi': ni existe tal día ni estas ondas afectan a nuestra salud
Ni el 8 de noviembre ni en ningún otro momento del año: no es necesario celebrar un día mundial sin wifi para sensibilizar sobre los supuestos perjuicios que supondría este tipo de radiación para el organismo porque el wifi no afecta a nuestra salud. Tras décadas de estudios, no se ha descubierto mecanismo biológico alguno por el que estas redes pudieran hacerlo, y el único efecto biológico que pueden tener las radiaciones electromagnéticas que forman las señales de wifi es que pueden calentar ligeramente los tejidos. Y decimos ‘ligeramente’ porque, en el caso del wifi concretamente y a los niveles a los que estamos expuestos, este posible aumento de temperatura no es en absoluto significativo: recuerda que las redes wifi trabajan muy por debajo de los niveles en los que esos efectos térmicos serían apreciables.