Lo sabemos: el teléfono móvil, ese aparato que tenemos habitualmente tan a mano y que hoy en día nos sigue allá donde vayamos, es un foco común de mitos y bulos de toda clase. Los más habituales y a los que queremos referimos en esta ocasión son aquellos relacionados con los "terribles efectos" que las radiaciones electromagnéticas que este aparato emite ocasionarían, en teoría, de manera directa (y negativa, claro) en nuestra salud. Hoy en Maldita Ciencia contestamos a una de las preguntas que más nos habéis planteado: si es o no perjudicial dormir con el móvil en la mesilla, bajo la almohada o cerca.
Lo cierto es que no, por muy cerca que generalmente lo tengas, incluyendo las horas de sueño; por mucho que hables por teléfono o mandes mensajes durante el resto del día, sus emisiones ni te van a causar cáncer, ni van a ser el origen de ninguna otra enfermedad. Si así fuera, y teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad en la que dependemos continuamente del dispositivo, todos nosotros seríamos potenciales víctimas de esas "fatídicas consecuencias". Sin embargo, no hay evidencias científicas que reflejen algo similar.