Un estudio europeo concluye que los niños reciben unos niveles de campos electromagnéticos "muy por debajo" de los límites recomendados
Los niños son los más vulnerables a los campos electromagnéticos que emiten los teléfonos móviles, el wifi y las antenas de telefonía, radio y televisión, porque sus órganos y cerebro se están todavía formando; y por esa razón, existe una preocupación entre los padres por el uso de estas nuevas tecnologías.